La metralleta no era la de la Barbie



Esta semana amanecimos con la estupenda noticia que en Estados Unidos una niñita de nueve años mató a su instructor de tiro con una ametralladora uzi ¿Soy yo al único que esta noticia le parece sacada de una fábula de ciencia ficción? ¿Cómo hace el público estadounidense para no sentir cierta aberración por las armas con semejante noticia? No me cabe en la cabeza como es que el planeta entero trata de controlar las pistolas y de disminuir su uso, con esto no estoy diciendo que lo estén logrando, y sin embargo los gringos siguen apegados a ellas como si vivir fuera imposible sin tenerlas. ¿Cómo puede ser la economía más grande del mundo tan obtusa? ¡Una uzi en manos de una flacuchenta de nueve años con la aprobación de los papás y en un sitio que se llama Bullets and burgers (balas y hamburguesas)! La ametralladora vaya y venga pero una hamburguesería con semejante nombre. ¿Que paso con los restaurantes con nombres con un poco de imaginación como McDoña?


Hablando en serio, ¿A que padre se le ocurre no solo llevar a los hijos a un polígono de tiro pero además entregarle un arma automática? Al pobre instructor, que por cierto dejo dos huérfanos ¿no se le habrá hecho raro entregarle semejante artefacto a una cagona que apenas si podría cargar un gato con las dos manos? Honestamente a los padres los deberían de juzgar porque claramente no tiene una pizca de sentido común y mucho menos la capacidad de proteger a su hija. Pero lo más chocante de todo es que nada va a cambiar y los gringos continuarán con su obsesión con las armas. Las leyes no van a cambiar y si Obama se atreve a proponer leyes que controlen las armas muchos ciudadanos de ese país, los mismos que odian el cubrimiento médico universal y todo lo que signifique bienestar social general, van a gritar que sus derechos están siendo violados. ¡Violados están desde que no les donaron cerebro, solo que aún no se han dado cuenta!


Si los padres de esta pequeña tiradora querían era enseñare a defenderse en caso de algún ataque, se les debió haber ocurrido meterla a clases de karate o de defensa personal. Así lo hizo mi hermana que bien entrenada si quedo y ahora uno se siente seguro saliendo con ella en las calles llenas de hampa en la apacible Adelaida. Y lo mejor, no se tiene que preocupar cargar una ametralladora en el bolso, bien pesadas y aparatosas, ni tampoco de como combinarla con sus stilettos morados. Si la niña realmente quería una arma, cómprenle una piñata en forma de bazooka y denle un palo de escoba para que calme la rabia destrozándola, pero por favor ¿cómo coño la llevan a balas y hamburguesas? Definitivamente los Estados Unidos si es un país muy difícil de entender. Si no pregúntenle a las almas de los más de 12000 gringos que el año pasado perdieron la vida a causa de armas de fuego porque a unos cuantos ciudadanos de ese país no se les ocurre pensar y darse cuenta que ya no estamos en la edad de piedra. Las armas ayudan más estando lejos y no en manos de una tontica que ni entenderá que es lo que está pasando, sin embargo USA parece no poder entenderlo, pero créanme no es física cuántica.


Este blog se lo dedico a Beatriz de Puerto Rico, una lectora que sin conocerme me dio la fuerza necesaria para despertar al Prometeo dormido en mi. 

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