Cero alminares suizos




Cuando a uno le mencionan el nombre Suiza, este siempre se vuelve sinónimo de neutralidad, chocolates, Alpes, vacas, bancos y relojes. Un país bastante avanzado, rico y con paisajes idílicos. A partir de hoy domingo para muchos musulmanes será también un equivalente a intolerancia y anti-islamismo pues sorprendentemente 2 millones de ciudadanos de ese país decidieron prohibir la construcción de los minaretes de las mezquitas de ahora en adelante.

Según la agencia AP el 6% de los 7.5 millones de ciudadanos suizos son de origen musulmán sin embargo solo 1 de cada 10 práctica el islam. En ciudades como Ginebra el porcentaje debe ser bastante mayor y muchísimo más elevado cuando se llevan acabo las Fêtes de Genève ya que muchísimos árabes llegan a la ciudad para ir de compras.

Mi pregunta es ¿Están siendo los suizos intolerantes tratando de obligar a los inmigrantes de renunciar a sus costumbres para así acomodarse a la cultura del país que los acoge o quieren los suizos proteger su cultura y tradiciones ante la llegada de tanto inmigrante? Por un lado entiendo que hay que respetarle las creencias a la gente siempre y cuando estas no interfieran con los derechos y libertades de los demás, pero viendo la otra cara de la moneda si uno está llegando a donde lo acogen de cierta forma debe adaptarse a esa nueva sociedad que le da la bienvenida a uno, pues no sería muy bien visto si a uno lo invitan a pasar un fin de semana a la casa de un amigo y uno llega a imponer todas sus costumbres y gustos.

En cierta forma la mala reputación que los musulmanes se han hecho a sí mismos (parecido a la que un puñado de delincuentes nos hizo dar a nosotros los colombianos) hace que en muchas partes se les vea con recelo y desconfianza, porque desafortunadamente son los grupos de emigrantes que se le pasan haciendo fechorías los que hacen que una sociedad cambie de opinión sobre una religión o una nacionalidad, porque es obvio que nadie va a querer aguantarse malandros y mucho menos si vienen de otro país.

Claro está que los suizos no son los únicos creando normas contra los musulmanes, pues los franceses prohibieron el uso de burqas y hijabs y en otros países europeos proyectos de construcción de mezquitas han encontrado mucha resistencia. ¿Será que con leyes así poco a poco la Alemania Nazi fue creando las bases para el holocausto? Difícil saberlo, sin embargo a mi por lo menos no me gustaría que yo llegará a un restaurante y la mesera me recibiera completamente tapada en trapos negros, pero al mismo tiempo no tendría ningún problema que se dedicara a adorar a Alá en su tiempo libre, lo complicado es saber cuánto de cada cosa crea el balance completo y que significa balance para un musulmán y un suizo.

Por ahora habrá que continuar viajando al oriente para poder ver las maravillas de la arquitectura islámica porque en suiza prefirieron seguir con los chalets y en el caso de Ginebra con el jet d'eau.

2 comentarios:

Alquimista Artificial dijo...

Pues la verdad este asunto de los alminares en Suiza y los crucifijos en Italia me parecen claras violaciones al derecho de la libertad de culto y el libre desarrollo de la personalidad, cada quien debe tener el derecho de expresar su fe o su falta de ella como quiera, y si esto implica llevar, mostrar o construir simbolos de esto pues que bienvenido sea, son este tipo de prohibiciones las que llevan al extremismo que es el problema fundamental de las religiones en este momento.

Por el lado de la Burka la verdad aunque creo que es una carga que las mujeres no deberian tener, la mayoria de las mujeres que la usan estan convencidas de las razones para llevarla y son felices con esa decision por lo que prohibirla tambien me parece una tonteria.

Est pasa en paises Europeos y el resto del mundo se sorprende y se tiene que quedar callado, si pasara aqui o en otro pais subdesarrollado seguramente las demandas antes las cortes europeas de derechos humanos serian miles y los paiese de la UE lo condenarian de inmediato.

Que buen post

Saludos

Zoe dijo...

Estimado Prometeo:

Creo que el tema a tratar es uno de los más complejos de nuestro siglo. El problema radica en que no hay ni un solo país musulmán que no esté regido por una dictadura o cualquier otro sistema totalitario y en el cual principalmente las mujeres, no estén sometidas a los varones. No estoy de acuerdo con El Alquimista cuando dice que ellas aceptan esa sumisión porque están convencidas de ello. Cuando no hay libertad, ni educación ni las mismas posibilidades ni derecho para ambos géneros desde la cuna, aquí no hay una decisión libre que valga, sino una manipulación de narices. El Corán, como La Biblia, no nos han tratado demasiado bien a las mujeres. Según ellos: somos malas,poco inteligentes, inferiores e infundimos menos confianza que un hombre. Eso sí, servimos para procrear, y poco más. Todo se ha de mirar en relación al tiempo en el cual se escribió pero de eso se han olvidado sus dirigentes, que siguen viviendo en otro mundo ancestral. Si uno de nosotros vamos a un país árabe, intentamos acatar las leyes que rigen ahi: no tomamos el sol en topless, ni nos vestimos de forma indecente, incluso llevamos un velo para no provocar a los hombres musulmanes. Por favor, miremos ambos lados... A ver, yo creo en la libertad de expresión y de religión siempre y cuando, esta sea respetuosa con los demás. La integración, hermosa palabra, es o debería ser recíproca pero si que es cierto que el que viene es el que se ha de acoplar y por desgracia, eso no ocurre a menudo. No comparemos por favor, la Alemania Nazi con lo que ocurre ahora. Son dos cosas distintas y, además, el antisemitismo está más latente que nunca desde el último percance en Palestina. Y que conste que quiero paz y un estado independiente y digno para cada uno de ellos. Los judios siempre han estado perseguidos y eso le importa a poca gente. Los dirigentes musulmanes son los más antisemitas del planeta y hacen poco, apoyando a organizaciones terroristas por doquier. Yo digo sí a todos los musulmanes moderados que se integran y comprenden que no se pueden construir tantas iglesias como a uno le gustaría. Si por mí fuese habría solo una de cada religión en cada ciudad y ese número ya me está pareciendo una multitud. La religión se debería llevar más en el corazón y menos de cara a la galería. Ahora bien, lo que me ha sorprendido en Suiza es que sean tan liberales con sectas y ahora reaccionen así. Doble moral...Yo tomaría las mismas medidas con todos. El Corán, que lo he leído, no trata tan mal a las mujeres como lo hacen muchos Imanes en sus mezquitas. Las instituciones y los gobiernos totalitarios han formado otra religión que nada tiene que ver con la de Alá.
Saludos,

Zoe