El 2011 para Prometeo

Como no hubo una sola publicación mía durante el 2011 aquí les daré un resumen de lo que aconteció. Primero tendría que empezar por hablar del segundo semestre del 2010 porque tampoco escribí nada durante la segunda mitad de ese año. Puede que haya algunos datos confusos pero con la ayuda del Timeline de Facebook creo que mis fechas y hechos no van a estar tan desfasados.

El último artículo fue sobre un libro que compré en camino a Noruega, donde estuve casi por tres meses hasta más o menos Julio. En Noruega digamos que las cosas no salieron como quería pero me sirvió para cerrar un ciclo importante en mi vida de adulto. Entonces para sanarme las heridas resulte pasando cuatro días en Estocolmo y luego en un crucerito de dos semanas a Estonia y Rusia. Por cierto los palacios en San Petersburgo ¡espectaculares! Versalles en París no tiene nada que hacer al lado del Peterhof. Rusia muy bonito y muy caluroso en el verano. Después del crucero salí para el Reino Unido a visitar a una amiga y pasear por Londres y sus alrededores. Durante mis tres semanas en esta incomparable urbe, la pasé muy bien, ví cuatro musicales (el mejor de todos Billy Elliot), visite museos, me encontré con amigos, comí comida típica londinense (léase India) e hice shopping. Londres definitivamente en mi top 5. Mi aventura en Europa tenía que acabar así que llegué a Colombia a tiempo para ir a la boda de una de mis amigas del colegio, boda que al final resultaría jugando un papel fundamental en mi venida a Australia. No recuerdo haber bebido, bailado y pasado tan bien como en esta boda de cuatro días en La Vega, Cundinamarca, de verdad que aún la recuerdo y me sonrió.

Después cosas buenas comenzaron a suceder; digamos que como buen artista que se respete, prefiero guardarme cierto chisme. Entre esas cosas un crucero con mi mamá a bordo del Oasis of the Seas, el barco más espectacular en el que jamas haya estado y compré carro nuevo. Luego tuve que ir a mi colegio por unos certificados y me pregunta el guardia si vengo a recoger a mi niño (¡que falta de respeto!) y para rematar en Noviembre hospitalizado por cálculos renales. Navidad fue bastante bien, la pasamos en Barichará, Santander; muy recomendado.

El 2011, empezó ahí como medio mal. A principios de Enero fui a Santa Marta, a finales de mes, vallenatos en la casa para celebrarle el cumpleaños a mi mamá y en Marzo con rumbo a Las Vegas para asistir a otra boda. Yo nunca había estado por esta parte de los Estados Unidos y la verdad me encantó, sobre todo Arizona y Utah. En los siguientes meses las cosas se comenzaron a descomponer, la verdad el principio del 2011 fue bastante duro, nunca había estado tan desparchado en mi vida, habían días que no me provocaba ni salir de la cama, pero luego los astros se pusieron de mi lado y salió el viaje a Australia, pero paralelo al viaje veía consumir por el cáncer pancreático a una gran mujer, que al final nos dejaría a la semana de yo haber dejado tierras Colombianas. Esta no era la primera vez que dejaba mi hogar pero si fue la más difícil para poderme adaptar y no era Australia, país que ya conocía, sino el momento de mi vida en el que me encontraba. La verdad los primero dos meses acá fueron duros, muy duros pero luego en un asado terminé con un trabajo, el cual cambio por completo mi vida en esta ciudad. Es increíble lo que mantener la mente ocupada puede hacer, sencillamente pone todo en perspectiva. Y bueno la verdad los últimos cuatro meses del año nada extraordinario pasó (solo un par de paseítos, uno al Northern Territory y el crucero de navidad - ya sé no me puedo quejar) pero fueron meses de mucho estabilidad, que me hace sumamente feliz.

Eso fueron mis 18 meses de oscuridad prometeica, unos súper duros, otros no tanto pero por fin parece ser que me llego un nuevo amanecer en tierras del canguro.