si existe el paraíso



Acabo de llegar de las Maldivas, y como varios me preguntaron si me refería a las Malvinas, la respuesta es no. Las Maldivas es una cadena de atolones en el océano índico, al sur de la India. Es un país independiente, musulmán y que sería una de las primeras naciones en desaparecer si el nivel del océano se incrementa debido al calentamiento global. Debido a lo que estudié y en lo que trabajé muchas veces me han preguntado cuál es mi lugar favorito. Es una pregunta bastante difícil de responder ya que nuestro planeta esta bendecido con millones de sitios espectaculares y bastante variados, así como el gran cañón del Colorado le quita el aire a uno cuando lo ve por primera vez, Londres es abrumadora, Sudáfrica sorprendente e Hiroshima amansadora; cuando se trata de playas yo no he visto nada más espectacular que estas islas. Cancún y la Riviera Maya siempre han tenido un lugar especial en mi listado (al igual que Bora Bora, 7 mile beach en las Islas Caimán, Nature´s paradise en Sudáfrica, el parque Tayrona en Colombia y muchos otras playas más) pero la verdad estas playas se llevan el premio. Destinos como este vuelven y ratifican lo que siempre he creído, que Hawaii no tiene nada que hacer y es solo fama.



La verdad que yo no sé cómo es que me pasan estas cosas a mí, debe ser que el angel de los viajeros me tiene en la mira, pero un domingo en la noche cenando con unos amigos me contactó uno de mis amigos de la universidad en Suiza y me preguntó si yo alguna vez había estado en las Maldivas, le respondí que no. Al minuto me mandó un mensaje de texto diciéndome que lo habían invitado a la apertura de un resort nuevo para que fuera a ensayar todos los servicios del hotel y que la cadena hotelera pagaba todo menos los pasajes aéreos (todo significa: masajes en el Spa, alcohol, comida, toures, etc). Me preguntó si quería ir. Semejante ofrecimiento para mi representa lo mismo que si le dijeran a un drogadicto que le iban a regalar una tonelada de polvo blanco. Esa noche no pude ni dormir, le dije que sí pero que tenía que ver si necesitaba visa, lo cual confirmé que no esa misma noche, si el pasaje estaba a mi alcance, lo cual también constaté esa noche y pues tenía que hablar en el trabajo si me podía ir, el lunes a las 12 del día ya tenía el permiso y reserva. Dos días después ya tenía todo listo. Pero como todo en la vida hay que lucharlo empezaron las noticias del derrocamiento del presidente Maldivo y los disturbios en la capital Malé. Todos los días miraba las noticias hasta tres veces para ver que pasaba en este lejano país y que no me fuera a afectar mi viaje. El hotel, que por cierto se llama Niyama quedaba a 40 minutos de vuelo en avión acuático al sur de Malé, pero como nuestro vuelo proveniente de Singapur llegaba muy tarde tendríamos que pasar la noche en la isla del aeropuerto la cual queda a 5 minutos de Malé en lancha.



La crisis política en las Maldivas no mejoraba, Singapore Airlines continuaba volando a las islas pero en cualquier momento podían cancelar el vuelo y yo perdería el dinero del pasaje. Así que traté de comprar seguro pero acá en Australia no me era posible, así que tuve que comprarlo en Colombia. Así por lo menos si se cancelaba el viaje me devolvían el dinero, primera prueba de fuego (la visa, el permiso y la compra del billete no eran de fuego) superada, sin embargo no sería la última prueba. Cinco días antes de la fecha de salida le confirmaron a mi amigo que Niyama estaba teniendo problemas con la fuente de agua potable. Como esto son islas diminutas cada hotel tiene que tener su propia planta de desalinización y de energía eléctrica y la de Niyama no estaba funcionando, así que las opciones eran postponer o ir al otro Resort de la compañía, el fabuloso Huvafen Fushi. Yo para este entonces ya estaba con la mente en el océano índico más que en Australia y posponerlo sería un fuerte golpe pues ya tenía todo listo para una semana en este exótico destino, así que di a conocer mi preferencia y sucedió, en Huvafen Fushi terminé. Segunda prueba superada.



Lo que yo les describa acá y las fotos que ponga no se acercan para nada al color del mar o de los amaneceres o de los atardeceres que vi. Es la primera vez que estoy de vacaciones y me despertaba todos los días a ver el amanecer, era sencillamente paralizante. El hotel era espectacular, toda la isla es el hotel, no hay carros, no se permiten zapatos, nuestro bungalow, el número 1, tenía una piscina al frente con vista a la playa y otra en el patio de atrás. El baño era dos veces mi apartamento en Adelaida, era un baño al aire libre pero con todos los lujos. El medio ambiente esta tan poco impactado por el ser humano que todas las mañanas se ven los tiburones de arrecife "pescando" carnadas, las mantarayas pasan a menos de dos metros de la playa y como es una isla coralina el arrecife esta a un minuto nadando. Por primera vez en mi vida hice snorkel de noche y vi calamares (hasta soltando la tinta), morenas como de cinco metros, peces globos gigantescos, peces leon, millones de peces angel y mi primer Nemo salvaje con anémona y todo.



No sé si afortunadamente o desafortunadamente semejante sitio no esta al alcance de todos, pues la noche más barata cuesta $1150 dólares. Pero el no ser un destino para masas hace que el medio ambiente este en tan buenas condiciones, sin embargo el impacto que todas las otras naciones tienen en el medio ambiente representan la primera amenaza para este paraíso, ya que si el nivel del mar se sube, borra el país del mapa. La segunda amenaza viene del derrocamiento del presidente. Todo está por definirse, pero hay facciones que quieren instalar la ley islámica de una forma mucho más ortodoxa prohibiendo el alcohol y los Spas en todo el país pues son vistos como influencias malignas de occidente. De momento alcohol es permitido solo en las islas donde hay hoteles, pues en estas no hay población local. Ojalá que nada cambie y para los que tengan la oportunidad de ir háganlo, les garantizo no se van arrepentir. Yo ya comencé a ahorrar para volver.

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