7 formas de molestar a una azafata



Siempre que me he montado en un avión me ha llamado la atención ver como es relativamente fácil identificar las nacionalidades de los pasajeros, o por lo menos tratar de adivinarlas. Normalmente es fácil identificar a un colombiano volando de regreso a su país sin tener que escucharle el acento (solo hay que ver la cantidad de equipaje). Sin embargo al parecer no importa de donde es usted hay ciertas cosas que uno hace como pasajero que molestan a los auxiliares de vuelo. Aquí la lista traducida de Yahoo!

  1. Llevar consigo a su mascota en el avión y portarse peor que ella. Según la auxiliar de vuelo que hizo el listado es mucho más común de lo que uno cree que gente viaje con su perro en el avión y que el dueño del animal lo saque de su guacal y lo deje correr libre y feliz por toda la cabina. Nada más me imagino si el perro resulta ser un espécimen territorial y le da por levantar la pata en la silla de uno. Tanto ella (la azafata) como el orinado estarían disgustados.
  2. Coloque su maleta de mano en el primer compartimiento disponible y siga caminando a su silla 10 hileras más atrás. Si el avión esta casi lleno y aun hay sitio disponible para poner su equipaje, no veo cual es el problema la verdad. Sin embargo la auxiliar dice que esto es bastante egoísta e incomoda a los demás. Según ella los maletines de mano deben estar siempre en el área del dueño.
  3. Pensar que en el avión no se sigue siendo un padre de familia. Al parecer a esta señora le molesta que si usted viaja con sus pequeños, no lleve todo lo que necesita para mantenerlos distraídos durante el viaje. A ella le han llegado a pedir hasta medicamentos y pañales. La verdad es que viajar con niños pequeños si es bien incomodo y aun más si el bebé que llora las diez horas del vuelo no es el hijo de uno.
  4. Tener un equipaje que es tan pesado que el dueño no lo puede cargar. Este se me hace que aplica especialmente a los colombianos y estoy totalmente de acuerdo con la persona que creó la lista. Yo trato de empacar lo menos posible porque yo sé que es a mí a quien le va a tocar cargar la maleta, también trato de llevar conmigo a la cabina lo indispensable y así como a la auxiliar le molesta a mí también me pone de mal genio que me pidan que les ayude a subir el equipaje o a cargarlo cuando yo he sido súper cuidadoso de no excederme con el mío para terminar cargando el de otro.
  5. Quejarse porque no le dieron la silla en la salida de emergencia. Según la azafata la gente se queja porque no les dieron estas sillas o porque los cambiaron ya estando en el avión sin pensar que la razón por la cual el cambio se efectuó es por la seguridad de todos los pasajeros. Ella dice que esas sillas no se hicieron para darle prioridad a la gente alta, gorda o que necesita más espacio, sino para las personas que se pueden comunicar debidamente y hacer lo que se necesita hacer en caso de emergencia.
  6. Actuar como si no entendiera el significado de "debajo de la silla al frente suyo." Esta persona se queja que cuando le pide a alguien colocar su equipaje debajo de la silla se hacen los que no entienden. Yo he presenciado esto personalmente. Algunas personas se aferran a sus maletas abrazándolas como si se fueran a caer del avión si no la tienen con ellos. Como hacen los niños pequeños cuando en el bus del colegio prefieres sentarse con la mochila/morral aun puesto durante todo el trayecto. A mí personalmente se me hace muy lógico. Si algo pasa en el avión todo el mundo va a querer salir corriendo y entre menos cosas hayan en el camino para evacuar pues mucho mejor. Esa es la razón por la cual en el momento del despegue y aterrizaje piden que uno guarde las mesas y enderece el espaldar.
  7. Lloriquear sobre las tarifas aéreas. En esta si no estoy de acuerdo, aunque entiendo que una azafata en realidad no tiene nada que ver con ventas, no comprendo cómo es que las aerolíneas están constantemente quejándose que están en la quiebra pero uno nunca ve sillas vacías en los aviones. Y pues la nueva modalidad es cobrarle a uno hasta por aforar las maletas. Según ella los precios cada vez son más bajos y cada vez volar es mas asequible a todos. Que me diga donde es que ella hace sus reservas para uno ver las tarifas rebajadas porque la verdad me pareciera más que se está burlando de uno al decir esto. Según ella si uno quiere todos los servicios de primera clase pues hay que pagar.
Afortunadamente he tenido la suerte de poder viajar y aunque creo que la señora que hizo esta lista tiene razón en algunas cosas en otras se me hace que esta como un poco amargada. Trabajar con gente no es fácil y por eso debe gustarle a la persona o sino termina uno convirtiéndose en una pesadilla tanto para el cliente/viajero como para la compañía.

Otra cosa que me llama la atención es como las compañías aéreas tienen reglas para todo y cada vez tiene uno que pagar más extras para poder volar, pero a pesar que uno paga cada vez más como que el servicio es cada vez peor y son más los atropellos a los que uno se ve sometido por parte de ellos sin importar que es uno el cliente. En mi opinión no hay ninguna otra industria que maltrate tanto a sus huéspedes como la industria aérea y estoy seguro que si esta señora va a un crucero es una de las primeras que no estaría siguiendo las instrucciones y pidiendo cosas gratis como upgrades porque lo que yo he visto es que 99% de las veces que alguien de una aerolínea viaja de vacaciones en barco siempre están exigiendo cosas gratis y cuando yo tenía que lidiar con esto siempre fue un placer decirles "lo sentimos mucho pero el que usted trabaje para X Airlines aquí no funciona, como a nosotros no nos funciona trabajar en barcos cuando viajamos, que tenga un feliz crucero, ¡NEXT IN LINE! (si quiere servicio de primera clase o una suite hay que pagar).

1 comentarios:

Zoe dijo...

Estimado Prometeo:

yo estudié turismo y fui guía turística durante más de 5 años por todo el mundo en cualquiera de los medios de transporte destinados a ello y por tanto he conocido hasta hoy las dos partes implicadas. Cuando pienso en mi parte de guía, recuerdo tanto situaciones agradables como desagradables. Las agradables eran conocer países, aprender de otras costumbres y entablar amistades tanto en el grupo que llevaba como en los lugares que tenía predestinados. Las negativas, hacer de niñera de adultos cuando los viajantes y yo teníamos que esperar a un turista que no respetaba los horarios establecidos para regresar al hotel o ir a buscar a comisaría a alguien a quien habían robado el carné de identidad precisamente allí donde yo había dicho mil veces que tenían que ir con mucho cuidado. Acompañar al médico a alguien a altas horas de la madrugada porque no quiso hacerlo a su debido tiempo, aunque se lo repetí mil veces. Desayunar con los turistas del género masculino que por la noche habían llamado insistentemente a mi puerta para tener una aventura y que lógicamente, sino uno quería tener una fama determinada, como en mi caso, rechacé. Viajar con gente maleducada que debía soportar todos los días que duraba el viaje, etc, así y todo, intenté permanecer siempre amable a no ser que alguno me faltase al respeto, lo que ocurrió contadísimas veces... Cuando solo fui turista, me molestaba la mala educación de muchas/os de mis ex compañeras/os o que , como observé en muchos vuelos de Iberia, silbasen mientras repartían las bebidas mientras te contestaban con malos modales, o la nefasta información que daban a los pasajeros, o la arrogancia con la que trataban a sus clientes, o la poca profesionalidad con la cual realizaban tareas que a mi modo de ver, no eran tan difícles como algunas que me tocó vivir. El mundo del turismo es muy complicado, como lo es cualquier tarea que trata con personas de una forma tan directa, pero sea como sea, si uno quiere ser un profesional competente, nunca debe olvidar la educación y la deferencia.

Un saludo,

Zoe