Es el conductor bogotano egoísta o simplemente mal educado?

Para muchos de los habitantes de la basta ciudad de Bogotá el tránsito se hace día a día más insufrible. El trayecto que normalmente duraba 45 minutos entre un punto de la ciudad y la periferia ahora no se hace en menos de hora y media, si bien le va al viajante. Es indudable que la red vial de la ciudad además del de las poblaciones aledañas esta en urgente necesidad de no solo manutención sino de actualización, esto añadido a la ya trillada polémica sobre la necesidad de un sistema masivo de transporte que le de la mano al Transmilenio y a la urgencia de la organización de las innumerables compañías transportistas de la capital, hace que cada vez que un capitalino se monte a un vehículo sea como una pequeña condena penitenciaria.

Pero no hay algo más que cada uno de los conductores al volante pudiéramos hacer para que el tránsito urbano fuese más amable? Precisamente hoy montado en un carro y sufriendo el rigor del tráfico capitalino de un domingo, se me vino a la mente que con solo dejar de ser tan egoístas y mal educados al manejar, la circulación de las trochas bogotanas seria más placentera.

Es sencillamente inaudito el como muchos carros, buses y busetas se toman las leyes de tránsito de ruana, sin importar los derechos de los demás conductores. Es aquí donde viene la pregunta de si los chóferes de Bogotá son plana y llanamente egoístas o es qué no se les dio la suficiente educación en la escuela de conducción? Egoístas porque solo piensan en sus beneficios sin importar los derechos de los demás viajantes. Es qué el conductor que se niega a hacer la fila en el trancón cree que tiene más urgencia o prioridad que los demás? o será que ni en el colegio ni en la academia de tránsito le enseñaron que las filas hay que respetarlas y que si comienza a rebasar los carros en el carril contrario el tráfico se pondrá más caótico? Será que es muy difícil instruir a los pilotos capitalinos a que el carril de la izquierda es solo para pasar a la más alta velocidad? o será que la egolatría bogotana esta mucho más arraigada de lo que uno creería?

Por supuesto que cada cual debe velar por sus propios intereses, pero cuando el proceso para obtener esos beneficios afecta a las personas o el contorno, el fin nunca justificará los medios. Si todos fuéramos más amables al volante, respetuosos de las leyes y sobre todo ser más cívicos usando el sentido común al conducir, tendríamos un tráfico que no se sentiría como una cadena perpetua sino como una simple detención domiciliaria.

13 comentarios:

Adriana O'B dijo...

Juan,

Nadie lo hubiera podido verbalizar mejor. No solamente se hace inhumano la espera en cuanto a tiempo, sino también la frustración con los demás conductores. Es inaudito el trafico y los sometimientos de las personas maleducadas, y para agravar la situación, es absurdo que además de ignorar las normas de transito, se atrevan a ofenderse (gritar obscenidades y algunos agresión física) cuando se les hace reclamo alguno.

Vale la pena recalcar que solo es reciente que se requiere haber tenido instrucción formal para ser merecedor a una licencia de conducción, por lo cual no son solo los conductores quienes merecen un llamado de atención, sino el gobierno quien irresponsablemente emite estas licencias sin conciencia alguna.

Ana Nieto dijo...

Parece que fue ayer cuando los dos estuvimos en la misma academia de conducción, esa que quedaba en el edificio de borde curvo en “Los Héroes”. Pero parece que usted tiene mala memoria. Le recuerdo que a nosotros nos validaron las clases teóricas. Es decir nos las dieron por vistas sin siquiera haber cumplido las 20 horas obligatorias. Bueno tengo que ser justa y declarar que al menos usted si se aguantó UNA clases teórica. En esas clases se aprendía no sólo sobre las señales de tránsito sino también sobre mecánica y primeros auxilios. Y yo a duras penas se como se cambia una llanta. Tengo que confesar que hasta hace poco me enteré que en una glorieta tiene la vía el que ya ha entrado (ojo, la regla no es igual en todos los países. Gracias a Néstor Raúl Correa, un ex compañero de trabajo, supe que en Francia tiene la vía el que va a entrar en la glorieta). Así como nosotros, miles llevan años manejando sólo echando el carro para adelante.

Pero el problema no es tampoco de educación. La academia de conducción donde mi hermana vio el curso, si le zamparon las veinte horas teóricas y mi hermana es imprudente y hace hasta lo imposible por pasar al lento de la fila. De acuerdo con una entrevista que el año pasado le hice a Arturo Ardila, experto en movilidad, el problema no es sólo de educación si no de falta de coordinación en los semáforos y del mal estado de la malla vial entre los barrios. Además, piensa que ese curso teórico no sirve el propósito para el que fue creado, empezando porque si hay un accidente lo mejor es no mover a los heridos y los conductores por 20 horas de clase no se vuelven expertos en primeros auxilios.

Habrá que ver cómo resulta el tren de cercanías y el metro que tanto han amenazado el Alcalde de Bogotá y el Gobernador de Cundinamarca. Aunque por la columna de ayer en El Tiempo de Montezuma (http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/irresponsabilidad-distrital-y-nacional_4492481-1), el problema de la movilidad en Bogotá no se resuelve sólo con un tren de cercanías.

Prometeo dijo...

Correcto, los dos comentarios han tocado otro tema que no mencione porque me quería enfocar en la responsabilidad del conductor, sin embargo todo esta relacionado. Para la muestra de un botón, yo confieso que hice el curso de conducción a medias y al final me toco pagar un tramitólogo para poderlo sacar la licencia en Zipaquirá; pues la academia quebró o se trasteó y se perdió esa platica (mi papá creo que se va a enterar sobre esto solo hasta hoy; al final fue la venta de las galletas que mi hermana tenía la que pago por mi pase de conducción).

Es totalmente valido afirmar que las autoridades en movilidad primero: deben crear un sistema educativo mejor, más completo y más exigente para que el aprendiz salga mejor capacitado, y segundo, el trámite tiene que ser personal y nadie debería poder sacar la licencia por uno, sin embargo por más clases que uno tome, la educación y cortesía al manejar no viene de la academia de conducción, esto es más un problema de inculcar el respeto por el derecho a los demás desde la casa y el colegio.

Y que esto no sea tomado a mal, porque yo también paso al lento de la fila pero nunca me pondría en doble sentido cuando la fila no se mueve! Lo cual es el pan de cada día en la capital colombiana.

Esta claro que el sistema de movilidad esta tan colapsado que un metro o un tren de cercanías no van a aliviar la situación, pero si seria un gran grano de arena hacia la solución, de la misma forma en que todos podríamos participar siendo más corteses al volante.

mann dijo...

Pues gracias a mi querida hermana, quede como una imprudente, que no le sirvieron de nada las 20 horas de conducción. Si sirven, pero no solo es la solucion. Pero para no echarle mas leña al fuego.
Solo puedo agregar, que en gran parte del problema somos todos que no hacemos nada. Yo he tenido la oportunidad de estar en otros sitios y ver como un conductor se comporta de acuerdo al sitio. La misma persona puede ser un completo imprudente en Bogotá, y una blanca paloma en una ciudad donde las normas si se hacen respetar.
Porque lo triste del asunto es que solo aprendemos a regaños y cuando nos supervisan. O sino cuantos usaban el cinturon de seguridad desde antes de la norma Mockus?, o daban paso antes del 1 a 1 de la convivencia ciudadana?, que ademas la gente no empezo a utilizar sino hasta los famosos partes.
Y aun asi, hay gente que no aprende, aunque ya le han puesto tres partes por exceso de velocidad, en la autopista y en la circnvalar.

Unknown dijo...

Juan,
Estoy completamente de acuerdo. Yo creo que el problema está en ambas cosas.

Pienso también que lo pero de todo es la terrible filosofía colombiana de que hay que vivimos en una competencia en donde gana el vivo.

Esto nos lo inculcan de muchas maneras y uno termina pensando que debe "ganarle" a todo el mundo pasandose las reglas "por la faja" porque no hay nadie que lo amoneste.

Que desgracia la de un pueblo que solo obra bien cuando se siente vigilado.

Me encantó tu artículo, ¿hay suscripción?
besos
Sonia

Ana Nieto dijo...

Me encanta que Sonia haya traido a la discusión el tema colombocultural del "vivo vive del bobo". Esa es la filosofia del que hace doble fila. La generación anterior, la de mis copilotos impacientes, a punta de grito ha legado en mi que a esos que hacen doble fila no hay que dejarlos pasar, menos si uno es mujer porque dejara pasar es como una seña de debilidad.

Asi que con todo la furía (con esa misma con la que miro a los que hablan en por celular) no dejo pasar a nadie que haga doble fila. He estado apunto de estrellar al de adelante, pero si yo esperé paso primero.

De otra parte, yo creo que va aser muy dificil convencer a la gente que cambie su cómodo carro, por el metro o el tren de cercanías. Tendría que ahorrar el tiempo de desplazamiento como a la mitad y que la estación quede cerca de la casa. Con los precios tan bajos de los carros, no creo que haya quien renuncie a su comodidad.

Pero en fin, como siempre para sentirse uno mejor, hay que mirar la paja en el ojo ajeno se puede ver: http://gudfelas.blogspot.com/2008/03/el-metro-de-lima.html

Prometeo dijo...

¿Pero no es esa "colombocultura" más bien una mala educación? Es el ejemplo que los colombianos pasan de generación en generación. Yo soy de los que no dejo pasar, soy de la filosifía que si yo puedo hacer la fila con paciencia todos pueden y asi me toque bomper contra bomper no los dejo. De alguna forma tienen que aprender y como en Bogotá las autoridades parecieran estar viendo hacia las nubes porque nunca estan por ahi, nos toca a los otros ciudadanos educarlos y no dejarnos de los que se creen más vivos!
_____________

Voy a tratar de publicar artículos los miércoles y domingos (los próximos dos ya estan escritos), al principio les mandaré emails actualizandolos, pero los que se quieran subscribir en la página principal al final hay un método de subscripcion, aprevechen que aun no estoy cobrando!!! :)

mann dijo...

No pues el dia que empiece a cobrar, me dessubscribo.
espero que sea pronto miercoles porque ya quiero leer,

Atenea dijo...

Definitivamente el pesado trafico de Bogota tiene que ver con todos los aspectos que discute Juan. Y de todos los aspectos que Juan discute, el unico sobre el cual cada uno de nosotros tiene control es la amabilidad y cordilialidad con la cual manejamos.
Despues de vivir en Bogota por un tiempo prolongado llegue a la conclusion que yo como conductora soy la unica que tiene el poder de controlar el estres que manejar en Bogota me puede producir. Si me pusiera tan o mas agresiva y egoista que los conductors a mi alrededor mi nivel de estres al llegar a casa seria tres vecez mayor al que tendria sin tan simplemente respetara las normas, fuera mas amable en mi estilo de manejar (dejar pasar, no cerrar, no pitar, esperar mi turno, etc) y entendiera que el ganarle al del lado o ser mas agresivo que del carro de al lado no me iba a dejar sino dolores de cabeza. Asi que mi solucion fue…evitar en lo possible tener que manejar y cuando hubiese que manejar, hacerlo de manera respetuosa!
Mas que por el bien de los demas vi esta solucion como un beneficio en particular para mi. Manejar agresivamente e irrespetuosamente probablemente terminaria en una estrellada o en algo no deseado como un accidente grave, al igual que en niveles inecesarios de estres. Adicionalmente lo vi como mi aporte personal para ayudar a enmendar la crisis del calientamiento global ya que yo era una persona menos emitiendo gases de efecto de invernadero como resultado del uso de un automobil.

Anónimo dijo...

Pienso que lo que hace falta es simple sentido común (como dicen "el menos común de los sentidos") pero ni modo de lograrlo en la jungla de cemento, cada vez más salvajes y menos civilizados...la razón, puede ser la ley del más fuerte, la supervivencia del más "apto" y todas esas frasecillas que algún desocupado se inventó como: "el vivo vive del "bobo",y "si no le gusto coja taxi" entre otras frases celebres para cada ocasión...Esto no va a cambiar...va a empeorar...así que hay que "adaptarse", usar todos los métodos posibles de relajación y por favor NO PERDER EL SENTIDO COMÚN apesar de todo.

Anónimo dijo...

Creo que con el trancòn de Bogotà, que yo me estrece, y sufra y reniegue por esto, no lo voy a solucinonar, una sola golondrina no hace verano, como dice Polera hay que adaptarse a la situaciòn.
Cada dìa los bogotanos,son mas agresivos, mas mal educados, menos civicos , y si cada uno de estos tomara conciencia y esa conciencia se volviera al bienestar mio y de los demàs,o depronto se lograrìa algo, pero somos muy individualistas y esto jamàs se lograra........................nos queda es adaptarnos, o tomar medidas para que este desorden de ciudad no nos afecte.

Twitter: @julian_card l Economista dijo...

Creo que lo que pasa en Bogotá es una mezcla de egoismo, mala educación y sobre todo mala administración.

El hombre es egoista por naturaleza. Busca el camino para avanzar y llegar a su destino más rápido....bajo unas reglas establecidas. Si en un trancón alguien deja un espacio libre...alguien va a buscar la forma de meterse primero para poder avanzar. Lo anterior no es malo...el egoismo ayuda a que el trafico avance.

Si las vias y las malas reglas no le permiten avanzar, afecta el estado de animo de los conductores y en algunos casos los obliga a romper las reglas. Lo anterior no es justifcable y muestra el grave problema de educación en el país.

Sin duda tenemos un problema de educación y de preparación previa de montarse a un vehículo. No obstante lo más grave es el atraso de nuestras vías. La tasa de crecimiento de la venta de automoviles es más pronunciada que el ritmo de mantenimiento y creación de nuevas vías.

De tal forma, no creo que si cambiaramos nuestra naturaleza egoista o mejoraramos en la educación, el trafico mejoraría sustancialmente. El problema es estructural de la forma como se desarrollan los proyectos en la capital. La educación solo haría menos estresante el largo trancón...

Prometeo dijo...

Yo creo que todos estamos de acuerdo que la falta de infraestuctura sumado a todos los otros problemas que aquejan el tráfico capitalino hacen que la situación sea infernal, sin embargo no puedo interpretar aún como es que el egoísmo ayuda a que el embotellamiento se agilice.

Si un busetero respetara las normas y se mantuviera del lado derecho siempre y SOBRE TODO al dejar a un pasajero (antes que pensar en su propia comodidad de dejar a las personas donde más le convenga) creo que tanto la Cra. 15 como la 11 serían más transitables y pués el egoísmo y el respeto ayudarían a los que tenemos que transitar por estas vías; (yo entiendo el problema salarial de estas personas) pero eso no justifica que estos salvajes hagan con sus grandes vehículos lo que deseen, porque eso de nínguna forma ayuda a que el tráfico sea mejor.