El crimen del padre Fernando




Se acabó semana santa y después de todas las plegarias, rezos, confesiones y arrepentimientos salió a la luz la mejor de todas. Fernando Lugo el presidente de Paraguay reconoció la paternidad de Guillermo Armindo, un niño de un año que de ahora en adelante llevará el apellido Lugo. Hasta ahí todo va bien, pues ya hemos visto que el negar una verdad en la vida personal no necesariamente significa la salida de un político o aún mejor de un presidente de su puesto, por supuesto el mejor ejemplo es el de Mr. Bill Clinton.

Hasta aquí todo era color de rosa, un señor supuestamente enamorado de una señora, sin quererlo meten la pata y la mujer termina embarazada. El cuento de hadas se comienza a complicar cuando a alguien le dio por preguntar la edad de la señora en el momento que esta comenzó a tener relaciones con Fernandito. Correcto, la niña tenía tan solo 16 años y por supuesto él era mayor de edad. En muchos países esto se paga con cárcel, pero bueno en nuestras "festivas" sociedades (claro está que esto también pasa y seguido en los países del supuesto primer mundo) esto es casi que el pan de cada día, así que uno puede hacerse el de la vista gorda.

Pero lo que sí es el C-O-L-M-O y por más que trato no deja, no de sorprenderme, pero sí de molestarme es que Fernando Lugo era el Obispo católico de San Pedro. Difícil porque uno está acostumbrado que los políticos mientan, uno sabe de todos los casos de desobediencia entre la Iglesia, pero ¿qué uno elija como máximo dirigente de una nación a alguien que tiene las peores cualidades de ambas? a ver, ¿más bajo para dónde? Por ahí hay un dicho que dice que los pueblos merecen sus dirigentes, yo no soy experto en Paraguay ni mucho menos, pero esperemos que reaccionen y hagan que este señor afronte las consecuencias de su deshonestidad no solo como político sino como obispo, que ojalá tanto Paraguay como otros pueblos con problemas con sus dirigentes sigan el ejemplo de Perú y los judicialicen, así como los peruanos han condenado a Fujimori por todos los males que hizo mientras estuvo en el poder.

Pero igual, ¿qué se puede esperar? si el dirigente de la Iglesia en el Vaticano está más preocupado de vetar todos los candidatos a la embajada americana en esta mini nación, debido a la posición del presidente Obama con respecto al aborto y a la investigación con células madres, que de afrontar el tan arraigado y creciente descrédito que su institución sufre en estos tiempos. Ciertamente las declaraciones que el pontífice hizo en África sobre el uso del condón no ayudan y mucho menos que al señor se le olvide que los Estados Unidos es una nación soberana y que el presidente Obama fue elegido democráticamente por una gran mayoría de los votantes de esa nación muy a sabiendas de la posición del nuevo presidente en temas como los mencionados anteriormente. Por supuesto muchos de esos votantes eran los desencantados católicos estadounidenses, pero como muchas veces pasa con todo, es mucho más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el ojo propio.

1 comentarios:

Alquimista Artificial dijo...

Lo de Lugo de verdad que si es el colmo pero como es un presidente progresista la gente se queda callada, Paraguya si necesita un cambio en su gobierno despues del dominio del partiudo Colorado pro varias decadas, pero Lugo no me parece la persona correcta para personificar ese cambio porque tiene mucha cola que le pisen

Ahh y donde tambien necesitan otro cambio de gobierno es en el vaticano, ahora entiendo por que Juan Pablo II vivio tanto, sabia lo que se venia cuando el muriera y de nuevo el ala mas conservadora del catolisismo ocupara la silla de San Pedro.