Estoy seguro que esto les ha pasado a ustedes también. Un día cualquiera el plan es ver o hacer algo que uno insiste en recomendar sin en realidad saber bien de que se trata lo que se va a ver o hacer. Hace una semana, en el estreno de Wolverine presentaron en los cortos una película colombiana llamada "Los Viajes del Viento" la cual la verdad se veía bastante buena, sobre todo que era una película como sobre música colombiana y distinta a la típica película nacional que toca el tema de la violencia y el narcotráfico.
Esta semana volví al cine y como la película que queríamos ver (Ángeles y Demonios, que muy seguramente va a ser muchísimo mejor que el código, al igual que el libro), "presioné" para ver este film en vez de esperar. Primer error. Por algo Plutarco decía que la paciencia tiene más poder que la fuerza. Entramos a la sala y habían unas 15 personas máximo, escogimos unas sillas atrás (como el 99% de la gente que va al cine creyendo que entre más alejado mejor), lo cual fue el segundo error, ya les diré el porqué. A los 30 minutos de empezar yo ya estaba ido, como si hubiera estado bailando hasta las 5 am la madrugada anterior, que maldita película tan lenta, pero sentado a dos personas de mí me tocó un tipo con uno de esos tics nerviosos sonoros así que tampoco podía dormir bien. La persona esta parecía que se le hubiera quedado una espina de pescado en la garganta y cada cinco segundos trataba de aclarar su garganta. Entonces, este el cuadro: la película arrullándome y el del lado despertándome, la verdad creo que si me hubieran metido en una cámara de gas me hubiera divertido más. Igual yo fui el que insistí en ver la película así que yo era víctima de mi propio invento, pero me comenzó a dar vergüenza cuando mi mamá que era mi acompañante comenzó a cabecear también. Comencé a sentirme responsable de la desdicha de mi camarada en este tormento.
Comencé a ver el reloj pues parecía que llevábamos por lo menos tres horas en esta tortura auto-impuesta pero no, solo habían pasado 50 minutos, lo cual significaba que ni siquiera la mitad del suplicio había pasado y yo era responsable de la flagelación de mi propia madre. Yo solo esperaba que mi mamá no fuera a pensar que yo era inmensamente feliz viendo semejante foco de película y que mientras ella la aturdían los ruidos traqueales del vecino yo disfrutaba inmensurablemente semejante hueso de la industria cinematográfica nacional. Pensé en decirle que nos fuéramos en la mitad pero me daba tedio tener que despertar a los otros espectadores que también trataban de dormir a pesar de la espina atravesada del vecino, así que esa no era una opción.
Después de dos insufribles horas llegaría el final que fue como un renacer y una dicha saber que nuestros pecados de los últimos 3 años habían sido olvidados después de haber cumplido con la condena y haber sobrevivido tan dura prueba. Obviamente estos han sido los $24.000 pesos peor gastados en mi vida, menos mal yo pagué por la boleta de mi mamá también. Por lo que si me siento mal es por el nombre de Colombia pues esta narcosis de película representará al país en el festival de Cannes. Los espectadores verán paisajes sencillamente espectaculares, no lo voy a negar la fotografía de la producción es impecable (por lo menos la de los 25 minutos que me vi), pero quedarán somnolientos después de unos minutos pues las reacciones de los personajes que en una película normal toman dos segundos en esta toman 15 minutos y ni hablar de los parlamentos. La verdad Avianca debería de poner los paisajes de esta película en las pantallas de los aviones mientras la gente aborda para promover el país, pero que por favor no muestren a los actores pues los turistas pensarán que el paraíso está habitado por zombis y que el vallenato es una música depresiva y solo buena para funerales. La próxima vez me quedaré callado y que otro decida el plan B, para así tener derecho de reclamo si la nueva opción resulta todo un fiasco.
Mea culpa
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3 comentarios:
Jajajaja Juanito, pero y si hubiese sido buena la película?... quizas para la otra oportunidad, no hay que claudicar en la busqueda de peliculas buenas, y aveces la compañia es lo mas importante y seguro disfrutaste igual del tiempo con Doña Marta, un abrazo. Froilán
Jajaja... por lo menos no nos esta representando la de Lars Von Trier en Cannes.
Cual es la de Lars von Trier? esa no la he escuchado.
Froilán si hay que buscar las buenas películas y pues si resultan malas pues se toma una siesta pero esta vez no pude por culpa de mi vecino :)
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