La pena de muerte no es la respuesta




Mientras Colombia se recupera lentamente del atroz asesinato de Luis Santiago Lozano, un bebé de 11 meses el cual fue raptado de los brazos de su mamá para luego ser asesinado bajo órdenes de su propio papá, la sociedad en general está sumida en el debate sobre el aumento de penas para secuestradores, violadores y abusadores de menores de edad. La gran mayoría coincide en que es necesario incrementar las penas. Hoy en día aunque las condenas perecieran ser moderadamente robustas, con un buen comportamiento y otros programas en las cárceles, los infractores no terminan ni siquiera cumpliendo el 50% de la sentencia.

El clamor popular es la cadena perpetua, la cual nunca ha sido instaurada en el país, aunque la opción de la pena de muerte también está presente , que curiosamente fue pedida entre otros, no por la madre de Luis Santiago sino por la de Jorge Ovalle uno de los secuestradores y posible asesino del bebé. Yo personalmente estoy de acuerdo con la cadena perpetua mas no con la pena capital por las siguientes razones:


  1. En cierta forma yo creo que la ejecución podría ser vista por muchos de los condenados como una "liberación" de la responsabilidad por los delitos que han cometido. Claro está que el período entre la sentencia y la ejecución debe ser muy difícil, ya que nadie quisiera aceptar el fin de su propia existencia, aunque algunos de estos delincuentes estarán tan desequilibrados que hasta verán el ajusticiamiento como una salvación. Sin embargo, yo supongo que una vez aceptada la suerte que correrán, la muerte la verían como el final de ese sufrimiento y ¿Es justo que estas personas que les han arrebatado la vida a pequeños que apenas comenzaban a vivirla tengan el lujo de esperar por un acontecimiento que los liberará de toda culpa? Yo no lo creo.

  2. Desafortunadamente el sistema judicial colombiano (como el de cualquier parte del mundo) puede cometer errores y además podría ser influenciado por distintas corrientes ya que no esta exento de corrupción. ¿Si uno no puede confiar ciegamente en que la justicia velara por los derechos y libertades de todos los individuos, como le da uno las facultades para tomar decisiones irreversibles como la pena de muerte?

  3. Como mencione anteriormente, la pena de muerte no da la opción de rectificación en caso de un dictamen errado, mientras que la cadena perpetua siempre deja la posibilidad de una enmienda. Según la página de internet solidaridad.net solo en Estados Unidos 130 personas han sido erróneamente condenadas a la pena capital, 23 de ellas fueron ejecutadas y 75 tuvieron que ser dejadas en libertad luego de ser condenadas ya que se comprobó su inocencia.Uno de los casos mas notorios es el de Leonel Herrera(foto) quien fue ejecutado por el estado de Texas apesar de la confesión de su hermano sobre su autoria en los delitos que se le imputaban a Leonel.

  4. Muchos dirán que no es justo que los contribuyentes tengan que mantener a estos desadaptados, sin embargo yo pregunto ¿cuál es la diferencia cuando por mucho tiempo hemos mantenido a un congreso y senado con representantes tan pícaros como el propio Al Capone? y vale la pena anotar que reciben salarios que son totalmente descomunales, que por cierto son de los salarios más altos de Latinoamérica. Honestamente el asesino y violador en la cárcel Modelo o la Picota no nos cuestan ni una décima parte de lo que cobran muchos de los hampones que están en nuestros recintos políticos.

Claramente ni el debate ni los cambios que se hagan le devolverán la vida a Luis Santiago ni a los 520 menores de edad asesinados en Colombia en lo que va del año, sin embargo no podemos continuar siendo apáticos a un problema que tiene como blanco el futuro de nuestra sociedad. Además de las marchas multitudinarias debemos enviar un mensaje claro en el que les decimos a los infractores que sus acciones no se van a tolerar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que felicidad ser al fin la primera. Quiero añadir antes que he leido todos los otros artículos y no he podido comentarlos por falta de tiempo, pero me encantaron.

Yo tampoco estoy de acuerdo con la pena de muerte por casi las mismas razones.

Algo que deberíamos pensar a profundidad los no abogados, que deben haberle hechado cabeza profundamente desde hace años, es sobre el sentido del juicio y del castigo, del arrepentimiento y del perdón.

Si un homre atropella a otor por accidente, ¿debe ir a la carcel?, ¿no tedrá suficiente con su conciencia?.

Si va a la carcel habrá pagado por su delito y ya no le deberá a nadie, esto es lo que dice la ley. Me pregunto si los padres, hermanos o hijos del muerto podrán decir lo mismo. ¿Podrán perdonarlo?

A medida que los crímenes se vuelven más atroces parecería que la conciencia ha dejado a sus dueños y en ese caso la persona en cuesitón nunca se arrepetiría y los dolientes se llenarían aún más de odio.

Una persona sin conciecia, sin capacidad de sentir dolor por sus actos, es alguien que dificilmente podrá convivir de nuevo con la sociedad. Las cárceles más que aislarnos de estas personas deberían capacitarlos para poder volver junto a nosotros.

¿Podrémos arreglar su incapacidad de ver lo malo que han hecho?. Esto sería ganar un ciudadano, hijo, hermano, padre y sobre todo un ser humano que se había perdido como tal.

Y ahora, ¿alguien arrepentido podrá reintegrarse aún habiendo cometido crímenes atroces?. En ese caso pagar una pena en una carcel en donde pueda ser util seguramente sería bueno para el y para la sociedad en el proceso de sanarse por el mal cometido.

Estas cárceles están empezando a existir. Tengo entendido que existe una carcel-finca en los llanos para ciertos presos y que por quedar en la mitad de la nada no tiene casi seguridad.

Los actos malos, desde un mal comentario hasta un asesinato tan atróz como este o como el de los cientos de niños abortados, aún más indefensos que Luis Santiago, deben pasar por un proceso de concientización, arrepentimiento, reparación y perdón.

Sé que no podemos aspirar a tanto en nuestro sistema judicial pero propondría que nosotros como personas busquemos vivir estos pasos. Dejar de ser indiferentes a quienes herimos y dejar de ofenderlos, entender el mal que hemos hecho, sentirnos mal por el, pedir perdón y tratar de enmendar lo hecho y luego encontrar la paz en el perdon ajeno y sobre todo en el propio.

Siendo pequeños ejemplos de procesos justos podremos de a poco, llegar a paises y socidedades justas.
besos
yo

Anónimo dijo...

Es un dificil tema este, yo de pronto pienso que antes de matar a estas bestias hay que torturarlos, pero tambien esta la posibilidad de que hayan sido acusados de algo que realmente no cometieron. En Chile hasta hace aproximadamente unos 6 años existia la pena de muerte, que fue abolida por el Congreso despues de 11 años de tramite legislativo. Pero recuerdo al ultimo condenado a pena de muerte que fue indultado por Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y sus palabras del porque el indulto fueron estas: " Solo Dios da la vida... Solo Dios puede quitarla", son escuetas pero realmente tienen mucha profundidad y dan para pensar.

Un abrazo hermano.

Froilán