Me habría quedado para vestir santos

adopcion interracial

Ya se me casaron dos primas menores, Carolina y Estefania; Masako y María mis mejores amigas de la universidad igualmente, Oliver del Hotel Institue Montreux también, Carlos y Laura de la Florida International University así lo hicieron y ahora recientemente mi cuasi hermano menor Andrés. Nadia y Carmen de los cruceros ya tienen fecha para el matrimonio este año, por consiguiente sinceramente creo hay un buen chance que me quede sin argolla en el dedo. Pero afortunadamente como muchos japoneses, no sé si sentarme a llorar o más bien celebrar.

Celebrar porque mi vida no la he diseñado para este acontecimiento. Si me preguntan si me gustaría casarme, diría que si más no dejaría de ser feliz si nunca llegara a suceder. Sin embargo más que el matrimonio lo que me pone a pensar es una vejez solo, porque siendo realistas si mis probabilidades de casarme son bajas (no he dicho que nulas), las de tener un hijo son mucho menores y después de lo que viví con Rana (aunque estoy consciente que no es lo mismo) esto me ayudo a darme cuenta del sacrificio que es tener la responsabilidad de un ser vivo indefenso, y honestamente no estoy seguro que este aun listo para el sacrificio y dedicación que este asunto merece. Digo una vejez solo porque pues si las cosas siguieran un curso lógico para ese entonces muchos de los que me acompañan hoy en día ya no estarán, otros serán simples recuerdos y otros estarán muy lejos, como mi hermana por ejemplo.

Claro que casos como el de la India en el que Rajo Devi tuvo esta semana su primer hijo a los 70 años, a mi todavía me quedan varias décadas para decidir si adopto o no, igual desafortunadamente no es que no vayan a haber niños esperando un hogar. Pero ¿son simple ansias de compañía razón de suficiente peso para "traer" un hijo al mundo? Ahora, si no me siento apto para la responsabilidad que contraería al ser padre, ¿será que algún día la divina esperanza se me manifestará dejándome saber que ya es hora? o ¿más bien será que uno nunca sabe si está listo y se tira al ruedo esperando que el toro no lo envista por los cuernos? ¿Otra de esas preguntas sin respuesta?

3 comentarios:

Alquimista Artificial dijo...

Lo de una vejes solo es preocupante, pero en estos tiempos modernos, el matrimonio no es sinonimo de compañia y por tanto no es la solucion a la soledad, es mejor rodearse de buenas personas y amigos que lo acompañen a uno.

ANIMO

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

Esa es una pregunta que suele aparecer en estas épocas de la vida, más común de lo que uno se imagina. Estoy de acuerdo contigo en todas las cosas en que uno piensa cuando se trata de contemplar o no la opción del matrimonio, más aun cuando el tiempo pasa, y contraria a la idea que el mundo está cambiando, todo el mundo sigue formando las familias como lo hacían los abuelos.
Mis últimas reflexiones sobre el tema tienen que ver con que la decisión de casarse o no es difícil de tomar en el vacío. Es decir, saberlo depende de encontrar o no con quién hacerlo. Y en ese caso, no se puede decidir sobre alguien que todavía no se conoce.
Por tanto, he resuelto que la idea de casarme la contemplaré en el momento en el que sepa con quién. Antes, son sólo imaginaciones.